No renuncies a tu promesa por el “qué dirán” — El que te prometió, te cumplirá.
📖 Hebreos 10:23
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Vivimos en tiempos donde la opinión de los demás pesa más que la voz de Dios. Muchas veces Dios te da una promesa, una palabra, un propósito… pero cuando las circunstancias parecen contradecir lo que Él dijo, y cuando las voces externas te juzgan, te critican o se burlan, surge la tentación de renunciar.
Pero hoy el Espíritu Santo te dice: “No renuncies a lo que te prometí solo porque otros no lo entienden.”
El que te prometió no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse (Números 23:19).
Él cumplirá lo que habló sobre tu vida.
1. La promesa no depende de la aprobación de la gente
Cuando Dios llamó a Abraham, muchos no entendieron por qué dejaría su tierra, su familia, su comodidad. Pero Abraham obedeció y creyó a Dios.
Génesis 12:1-2 — “Vete de tu tierra… y haré de ti una gran nación.”
Si Abraham hubiera escuchado el “qué dirán”, nunca habría visto la manifestación de la promesa.
La promesa no se sostiene por la opinión de los hombres, sino por la fidelidad de Dios.
No necesitas que todos crean en lo que Dios te dijo. Solo necesitas seguir creyendo tú.
2. La espera prueba tu fe, no cancela la promesa
A veces el tiempo entre la promesa y el cumplimiento parece eterno.
José tuvo sueños de grandeza, pero antes de llegar al palacio fue vendido, traicionado y encarcelado.
Sin embargo, Dios no olvidó lo que prometió.
Salmo 105:19 — “Hasta que llegó el tiempo de que se cumpliera su palabra, el dicho de Jehová lo probó.”
Tu proceso no es evidencia de que Dios te olvidó, sino parte de la formación para sostener lo que viene.
3. La promesa se cumple en los que no se rinden
El enemigo sabe que no puede quitarte lo que Dios te prometió, pero intentará convencerte de rendirte.
Usará críticas, cansancio, comparación, o el silencio de Dios.
Pero hoy el Señor te recuerda:
“Mi palabra no vuelve vacía, sino que hace lo que yo quiero” (Isaías 55:11).
El cumplimiento no llega al que corre más rápido, sino al que permanece fiel.
4. Dios no necesita testigos para cumplir lo que dijo
Quizás nadie crea en ti, quizás algunos se burlaron o te abandonaron.
Pero Dios no necesita audiencia para cumplir su propósito.
Cuando llegue el momento, Él te mostrará delante de todos que fue Su mano la que te sostuvo.
Habacuc 2:3 — “Aunque la visión tardará aún por un tiempo… se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.”
No renuncies.
No bajes la cabeza.
No cambies el rumbo por miedo al “qué dirán”.
Si Dios lo prometió, Él lo hará.
El mismo que te llamó, te sostendrá hasta ver el cumplimiento.
“Porque fiel es el que prometió.” (hebreos 10:23)
Oración: Señor, gracias por tus promesas.
Ayúdame a mantenerme firme, aunque otros no crean.
Quita de mí el temor al qué dirán y fortalece mi fe.
Declaro que veré el cumplimiento de tus palabras,
porque Tú eres fiel y no mientes.
Amén.
Profeta Samantha Ramirez.
